jueves, 20 de septiembre de 2012

Mas evita la bandera de España y cumple el guión



La política está plagada de gestos que, acompañados de un tono grandilocuente, pretenden elevar el discurso. Así lo interpretó el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a raíz del éxito de la Diada y su reivindicación independentista. Y en la misma línea lo reflejó hoy cuando anunció, tras reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “un proyecto nuevo”, una vez que éste se negó a mejorar la financiación de Cataluña y a concederle “un estatus diferente al del resto del Estado”, tal y como leemos en El Periódico.

“Se ha perdido una oportunidad histórica”, afirmaba el líder catalán a la conclusión de una cita cuyo resultado era previsible. Sin embargo, se ha mostrado “convencido de que sabrán encontrar caminos y soluciones”. Ciertamente, Mas cumplió el guión previsto; lo mismo que Rajoy, cuya respuesta, según leemos en El País, fue: “No, que no hay margen”.

“Cataluña no puede renunciar a su futuro. Si fuese así, sería una inmolación e incluso una traición”, subrayó Mas, quien –seguimos leyendo en la edición digital del diario de Prisa– evitó pronunciar “esta vez la palabra Estado y mucho menos la independencia”.

El lenguaje solemne, unido a un tono grave y adornado con un gesto adusto, tenía que escenificarse en un lugar cargado de simbolismo. Como todo estaba previsto de antemano, qué mejor que la ‘embajada’ catalana en Madrid. Así, Mas compareció ante la prensa, bien rodeado de focos y flashes, en la Delegación de la Generalitat en la capital, junto a una gran senyera y otra bandera de Europa, sin rastro alguno de la española. Claro, que antes, en el salón de La Moncloa donde se celebró la reunión, se le había sentado delante de una bandera de España, como refleja ABC.

También para contrarrestar a Mas –y ahondando en la política gestual– la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, intervino en la sede de los populares en Barcelona junto a las banderas de España y Cataluña, tal y como vemos en la web de TV3

No podía faltar el término ‘hoja de ruta’, que llegó al discurso político en los días previos a la invasión de Irak, en 2003. Así, lo vemos reflejado en Público, que asimismo destaca: “El president anuncia un punto de inflexión en la relación España-Catalunya”. La Vanguardia enfoca el asunto de una manera similar, aunque no acaba de concretar, titulando: “Mas entierra el pacto fiscal ante el ‘no’ de Rajoy y prevé decisiones en breve”. Bastante obvio. Por su parte, El Periódico ve la cuestión ‘soberanista’ –otro término muy del uso político– apoyándose en “las claves de la reivindicación fiscal”.

Para terminar de aderezar la ensalada nacionalista, Financial Times, muy activo durante los últimos meses en su crítica al Gobierno de España, avisa en un editorial de que a menos que Rajoy “haga un gesto convincente hacia las demandas catalanas, el separatismo se volverá imparable”. 

Como no podía ser de otra forma, las ediciones digitales de los principales medios catalanes se hacen eco, en un lugar destacado, de la opinión de Financial Times. No así los madrileños, con excepciones como Expansión. Y es que cada empresa periodística tiene su propio público, que también reclama ‘gestos’. En Barcelona y en Madrid.

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