Las encuestas siempre hay
que cogerlas con pinzas. Y si se publican en momentos políticos de especial
tensión, con mayor cuidado. No hay más que ver el enfoque de La Razón y La Vanguardia
al sondeo realizado por la patronal de las pymes catalanas (Pimec) sobre cuál es el modelo político
más adecuado para Cataluña.
Y es que, según el rotativo
madrileño, “apenas un 7,8%” de las pequeñas y medianas empresas votarían “a
favor de la independencia” de Cataluña. Sin embargo, para La Vanguardia, “siete
de cada diez empresarios de Pimec quieren estado propio”. La botella casi vacía
o prácticamente llena, según se lea en Madrid
o Barcelona.
La explicación ‘a la baja’
de La Razón la hallamos en el hecho de que, “en realidad, apenas ha votado un
11,7% del total de socios” –19.000 empresas, según el diario madrileño– y, de
ellos, “sólo un 7,8% de la cifra global de afiliados sería favorable a un
estado propio”.
Por su parte, el periódico del Grupo Godó añade que “la mayoría” de
los empresarios “dicen no tener miedo, poco o nada, de un posible boicot del
resto de España a los productos
catalanes”. Esta interpretación, si se pone en relación con otra información aparecida
hoy en El Mundo, tiene su miga
porque, según titula el diario que dirige Pedro
J. Ramírez, “empresarios de gran consumo ven preocupante la deriva
independentista”.
Profundizando en la
información vemos que, en este caso, El Mundo se remite a una encuesta
realizada en el congreso de Aecoc,
la Asociación de Fabricantes y
Distribuidores. Según este sondeo, los directivos de las empresas
participantes “se han mostrado convencidos de que la proclama independentista
de Artur Mas tendrá un efecto
preocupante para las empresas del sector”.
Asimismo, El Mundo aventura
que se podría producir “un boicot a los productos que se identifiquen como
catalanes”. Pues sí, aquí también vemos dos realidades contrapuestas, según estemos
en el paseo de La Castellana o en Las Ramblas. De ahí, que no sean de
extrañar titulares como éste, publicado hoy en Libertad Digital: “Mas dispara por sorpresa las subvenciones a la
prensa catalana”.
Las ayudas, según este
diario en Internet, se habrían incrementado más de un 50% sobre lo inicialmente previsto. Y todo ello con fondos procedentes del Estado, o sea Madrid, para la “consolidación del espacio catalán de
comunicación”. Más madera.
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