El tremendo descrédito de la
clase política y la creciente desafección de la ciudadanía hacia la España de las Autonomías han confluido
hoy, con distintas interpretaciones, en todos los medios de comunicación.
En medio del “desprestigio
record” de los partidos, del que “se culpan entre sí PP y PSOE”, según recoge
la edición digital de El Mundo, nos
encontramos con que “Barça y Madrid firman un armisticio”, tal y
como subraya Público. Para terminar
de adornar un panorama ciertamente sombrío, el diario The Economist “ya no descarta una espiral de muerte para España”,
en una interpretación bastante rigurosa de La
Vanguardia.
Desde luego, el barómetro
del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS), publicado hoy, no puede ser más claro acerca del
desánimo de la población hacia sus gobiernos regionales. Así, según
resume El Mundo, “El 40% de los
españoles quiere suprimir las Comunidades o reducir su autonomía”.
Se trata de una realidad
creciente –motivada por la desconfianza en la clase política– que es vista con
sus matices por parte de La Vanguardia,
que titula de esta manera: “Aumenta el número de ciudadanos que opta por el
centralismo sin autonomías”.
ABC
carga más las tintas y subraya: “La preocupación por la clase política alcanza
en septiembre su cota más alta de la democracia”. Lo peor de este dato es que
corresponde al mes pasado porque, tal y como se desarrollan los acontecimientos
desde que estalló la crisis, el descrédito hacia los políticos no parece tener
freno.
Otro gran diario nacional, El País, se ha sumado a la flagelación
de populares y socialistas, a través de la interpretación de su Barómetro Metroscopia. “La fidelidad a
los grandes partidos se desploma en plena campaña”, titula el diario de Prisa, para destacar más tarde: “El PP
ha perdido 14,7 puntos respecto a las Generales”.
Y azuza más aún al subrayar: “Rajoy
es peor valorado que sus ministros”. Mientras tanto, “el PSOE no frena su caída”,
remacha El País.
El horizonte no es nada halagüeño,
viéndolo con suavidad, máxime cuando la suma de PP y PSOE no llegaría ahora –según
el citado Barómetro Metroscopia– al
54% de los votos. Y es que, en las últimas Elecciones Generales, de noviembre
de 2011, los dos grandes partidos nacionales sumaron el 73,3% de los sufragios.
Con sondeos así no es de
extrañar que el actual presidente y candidato del PP a la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo, esconda las siglas de su partido todo lo que pueda. Pero,
claro, con manifestaciones como las de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría –según
leemos en ABC–, asegurando que “sobran
políticos”, para qué añadir nada más.
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