Los poderes políticos han llegado tarde, una vez más. Porque si se
hubieran aplicado, a la hora de poner coto a los desahucios, se habrían evitado los suicidios que ahora sacuden tantas conciencias. En este caso, y salvando las trágicas distancias,
sucede lo mismo que con la flota de
coches oficiales. ¿Es que no pueden tomarse las medidas a su debido tiempo?
¿Acaso piensan los políticos españoles que los problemas, dejando que se
enquisten, van a solucionarse por sí solos?
Ahora resulta –y bienvenido
sea– que el Gobierno ha acelerado
las gestiones para tomar medidas que hagan frente a los desahucios. La espita,
como tristemente hemos sabido hoy, ha sido el suicidio –otro más– de una mujer
de Barakaldo, que se arrojó al vació
cuando iba a ser desahuciada.
Como consecuencia, los Ministerios de Economía y Presidencia
ultiman hoy –según leemos en El País–
una propuesta, que “será presentada el lunes al PSOE para que se amplíen los periodos de carencia de los colectivos
especialmente vulnerables por los impagos de hipotecas”, tal y como indica el
diario de Prisa.
En el caso de la última
víctima de los desahucios –que para mayor escarnio de nuestra decadente clase
política fue concejal en el Ayuntamiento
de Barakaldo– el súbito acuerdo entre PP
y PSOE para frenar los desahucios ha
llegado demasiado tarde.
Y es que a la comitiva
judicial que se personó en el domicilio de la víctima poco le importó el
almuerzo de trabajo mantenido el miércoles entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Tras él, se dijo que ambas habían acordado
detener los desahucios, pero en Barakaldo, por desgracia, no ha surtido efecto.
Pero es que han llegado
tarde a tantos lugares de España, y
han dejado a su suerte a tantas familias –indefensas ante la voracidad de los
bancos– que han perdido toda su autoridad moral. Esa misma que ha dilapidado la
alcaldesa de Madrid, Ana Botella,
con su falta de actitud tras la tragedia del Madrid Arena.
¿Va a la alcaldesa de la villa y corte a dejar
pasar el tiempo, creando comisiones de investigación que no resuelven nada? Mientras
estemos gobernados por políticos que sólo toman decisiones cuando las
desgracias amenazan con derribar su puerta, mal vamos.
Y ya que hablamos de
moralidad, ¿con qué autoridad puede decir Rajoy
que “Europa, a veces, es de una
lentitud exasperante”? Debería mirarse en el espejo y echar un vistazo entre su
casta, la de los políticos.
Profunda reflexión que abre como bien expresas un sinfín de preguntas que no buscan respuesta, pues son inasumibles las que se nos den. Sí soy sólo una concejal, pero te aseguro que me siento responsable, no por mi cargo, sino por mi condición de ser humano. Un abrazo. Leonor Pérez
ResponderEliminarSon palabras que te honran. Ojalá todos los cargos políticos pensaran igual. La política debe regenerarse desde dentro, de eso estoy convencido. Y el sistema también. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.
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