viernes, 9 de noviembre de 2012

La casta política, después de tanto suicidio evitable, merece el desahucio



Los poderes políticos han llegado tarde, una vez más. Porque si se hubieran aplicado, a la hora de poner coto a los desahucios, se habrían evitado los suicidios que ahora sacuden tantas conciencias. En este caso, y salvando las trágicas distancias, sucede lo mismo que con la flota de coches oficiales. ¿Es que no pueden tomarse las medidas a su debido tiempo? ¿Acaso piensan los políticos españoles que los problemas, dejando que se enquisten, van a solucionarse por sí solos?

Ahora resulta –y bienvenido sea– que el Gobierno ha acelerado las gestiones para tomar medidas que hagan frente a los desahucios. La espita, como tristemente hemos sabido hoy, ha sido el suicidio –otro más de una mujer de Barakaldo, que se arrojó al vació cuando iba a ser desahuciada.

Como consecuencia, los Ministerios de Economía y Presidencia ultiman hoy –según leemos en El País una propuesta, que “será presentada el lunes al PSOE para que se amplíen los periodos de carencia de los colectivos especialmente vulnerables por los impagos de hipotecas”, tal y como indica el diario de Prisa.

En el caso de la última víctima de los desahucios –que para mayor escarnio de nuestra decadente clase política fue concejal en el Ayuntamiento de Barakaldo– el súbito acuerdo entre PP y PSOE para frenar los desahucios ha llegado demasiado tarde.

Y es que a la comitiva judicial que se personó en el domicilio de la víctima poco le importó el almuerzo de trabajo mantenido el miércoles entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. Tras él, se dijo que ambas habían acordado detener los desahucios, pero en Barakaldo, por desgracia, no ha surtido efecto.

Pero es que han llegado tarde a tantos lugares de España, y han dejado a su suerte a tantas familias –indefensas ante la voracidad de los bancos– que han perdido toda su autoridad moral. Esa misma que ha dilapidado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, con su falta de actitud tras la tragedia del Madrid Arena.

¿Va a la alcaldesa de la villa y corte a dejar pasar el tiempo, creando comisiones de investigación que no resuelven nada? Mientras estemos gobernados por políticos que sólo toman decisiones cuando las desgracias amenazan con derribar su puerta, mal vamos.

Y ya que hablamos de moralidad, ¿con qué autoridad puede decir Rajoy que Europa, a veces, es de una lentitud exasperante? Debería mirarse en el espejo y echar un vistazo entre su casta, la de los políticos.

2 comentarios:

  1. Profunda reflexión que abre como bien expresas un sinfín de preguntas que no buscan respuesta, pues son inasumibles las que se nos den. Sí soy sólo una concejal, pero te aseguro que me siento responsable, no por mi cargo, sino por mi condición de ser humano. Un abrazo. Leonor Pérez

    ResponderEliminar
  2. Son palabras que te honran. Ojalá todos los cargos políticos pensaran igual. La política debe regenerarse desde dentro, de eso estoy convencido. Y el sistema también. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar