Otoño siempre ha sido una
estación aguafiestas y este año no iba a ser menos. Primero, a mediados de
octubre, nos dejó Silvia Krystel,
musa del destape con su inigualable papel de Emmanuelle, que alegró la existencia de los padres.
Hace unos días, se marchó Miliki, entrañable payaso que entretuvo
a los hijos, e hizo más llevaderos aquellos eternos viajes a la playa –gracias
a Susanita y su ratón– a bordo de un
utilitario atestado y sin aire acondicionado.
También se nos ha ido JR, mito de una legión de familias
españolas que, a finales de los años 70, una vez recogida la cena, se sentaban
delante de la televisión a color, recién estrenada, para disfrutar de las
andanzas de una familia de ricachones de Texas.
Y es que la muerte del gran Larry Hagman, soberbio en su papel de
villano, es como una gran metáfora de esa España que fue creciendo como un
gigante con pies de barro, carente de escrúpulos. Ambos, el actor y la
sobreactuada España, han acabado derrotados por sendos cánceres.
El avaricioso e intrigante
hermano mayor de los Ewing nos ha
dejado, vencido por la enfermedad. Este país, despeñado desde un andamio y
esquilmado por unos ladrones de guante y cuellos blancos, está sencillamente
dejado a su suerte, por mucho que Rajoy
intente convencernos de lo contrario.
Precisamente, mientras JR
intrigaba a espaldas de Bobby –el
hermano bueno–, ese monstruo conocido como la España de las Autonomías iba constituyéndose y asumiendo unas
competencias que han terminado por colocarnos al borde del precipicio.
Pero eran años muy intensos
y los españoles son sentíamos felices con esa libertad recién conquistada. Hasta
íbamos de modernos, tanto como para admirar las excentricidades de Pedro Almodóvar, Tino Casal y Alaska, que
fueron retratados por el objetivo de Pablo
Pérez-Mínguez, uno de los fotógrafos de la Movida madrileña –junto a Alberto
García-Alix y Ouka Leele, entre
otros– que también nos dejó hace
unos días.
Ahora habrá que ver si la princesa
Leia, el intrépido Luke Skywalker y el irreductible Han Solo no nos dan algún disgusto
antes de que George Lukas anuncie una reedición de La Guerra de La Galaxias, de cuyo estreno se acaban de cumplir
35 años.
Después de la pérdida del
irrepetible Toni Leblanc, hace sólo
unas horas, ya es lo que nos faltaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario