viernes, 30 de noviembre de 2012

Rajoy, el tramposo, ya puede dedicarse a gobernar



Nunca prometas nada que no puedas cumplir. Esta frase, que todos hemos escuchado y utilizado en alguna ocasión, debería estamparse en letras de granito cerca de los dos leones que custodian el Congreso de los Diputados

A lo mejor, así nos habríamos ahorrado el bochornoso espectáculo que –tras el nefasto Gobierno de Zapatero– está ofreciendo un Ejecutivo tramposo como el que preside Mariano Rajoy porque la última pirueta, a cuenta de las pensiones, ya pasa de castaño oscuro.

Si nos atenemos a la ruinosa situación de las cuentas públicas, habría que aplaudir la subida de sólo un 1% a los 2,3 millones de jubilados que cobran pensiones superiores a 1.000 euros y un 2% para los 6,6 millones que se hallan bajo el umbral del millar de euros.

Pero ahí, precisamente, reside el problema, porque ahora habrá que tirar del ya escuálido fondo de reserva para pagar las pensiones. ¿No habría sido mejor, utilizando ese sentido común al que tanto apela Rajoy cuando le conviene, haber dicho la verdad desde el principio? Y ya puestos… ¿Por qué no congelar las pensiones durante un año para ayudar a cumplir el objetivo de déficit que exige Bruselas y que España no sea intervenida? Pero, claro, eso tenía que haberlo dicho desde un principio. Y las verdades escuecen.

Tampoco hubiera estado de más que el propio presidente, dado el compromiso al que se había comprometido con los jubilados, hubiera comparecido tras el Consejo de Ministros de hoy para explicar las razones de esa nueva promesa incumplida. Sin embargo, su vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría –cada vez con la mirada más ausente– y Fátima Bánez, la desacreditada ministra de los seis millones de parados –qué ironía–, fueron las encargadas de enfrentarse a los medios de comunicación.

Rajoy, como recuerda El País, ha traspasado la última de las líneas rojas marcadas por él mismo. Porque antes aplicó subidas al IRPF, las retenciones para el ahorro, el IBI, las tasas sanitarias y el IVA, además de instaurar el copago sanitario. Se trata de incrementos brutales y contraproducentes para revitalizar la economía –en unos casos– e injustos –en otros– que la ciudadanía ha soportado, de momento, con quejas sectoriales, manifestaciones y alguna algarada cerca del Parlamento. Pero también con inusitado pragmatismo, ya que al fin y al cabo hay que vivir. Como sea.

En apenas un año, Rajoy ha dilapidado todo el crédito que le concedimos los españoles con una mayoría absoluta que ha sido incapaz de gestionar. Intentando suavizar la realidad –en la senda zapateril– sólo ha retrasado la resolución de nuestros gravísimos problemas.

Viéndolo desde el lado positivo, y dado que ya no quedan más promesas que enviar a la papelera, yo me pregunto: ¿Se dedicará Rajoy, por fin, a gobernar como es debido?

jueves, 29 de noviembre de 2012

Invitar a los jóvenes a huir… ¿La estrategia secreta de Rajoy contra el paro?



Ahora resulta que los jóvenes españoles se están buscando la vida en el extranjero por su espíritu intrépido. A esa conclusión parece haber llegado la directora general de Emigración e Inmigración, Marina del Corral, quien durante la presentación de un informe dijo hoy que “el impulso aventurero de la juventud” es un factor que explica la huida de titulados y expertos cualificados. 

Por lo que se ve, los más de 300.000 jóvenes que habían hecho las maletas entre 2008 y principios de este año, con la esperanza de encontrar un mejor futuro, son los Indiana Jones del siglo XXI. Vamos, unos auténticos JESIP (jóvenes emigrantes sobradamente intrépidos y preparados).

Pues no deja de sorprender que la responsable gubernamental califique de “desvirtuados” los discursos que apuntan a que la desbandada de cerebros que sufrimos se deba exclusivamente a la crisis. Y es que, con una tasa de paro juvenil que supera el 53%, según los últimos datos oficiales sólo por detrás de la hundida Grecia, la tentación de salir corriendo es evidente.

Pero... ¿No habíamos quedado en que los españoles pecábamos de falta de movilidad laboral? ¿Y es qué ahora a nuestros jóvenes, así de repente, les ha dado por descubrir el mundo?

Recordando los resultados del último estudio de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), que dirige Ana Patricia Botín, según el cual los parados con título universitario desde 2007 se han multiplicado por tres, no hay más remedio que relacionar el espíritu viajero con la necesidad de ganarse la vida. Habrá que ver el lado bueno y pensar, según la teoría de la directora general, que con más de un millón de titulados universitarios cruzados de brazos aquí, tendríamos otros tantos exploradores dando brillo a nuestra España.

Solo falta animarles un poco más y así bajaremos las listas del paro. A ver si ésa es la estrategia secreta de Rajoy para reducir el desempleo. Porque, ya puestos, deberíamos ir situando a nuestros aventureros en los lugares clave de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia e incluso China. Así, podríamos volver a crear un nuevo imperio virtual donde no se vuelva a poner el sol.

La secretaria general también ha insistido en que es “esencialmente positivo” que los españoles con cualificación laboral “hayan dejado por fin de ser locales” para ponerse “a la altura de los trabajadores de nuestros socios europeos en cuanto a proyección internacional”.

Lo dicho, vamos a intentar que ese millón largo de titulados se larguen y, eso sí, vuelvan en verano, a bordo de automóviles alemanes de alta gama, para dejar parte de sus ganancias en nuestros chiringuitos y restaurantes de la playa.

Esto evoca peligrosamente a los tiempos más oscuros de Cuéntame. Yo, por si acaso, ya tengo preparadas las maletas.

 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ciudadanos de primera, indemnizados por parados de segunda


Sigue habiendo ciudadanos de primera y de segunda. Así se explica que Bankia y el resto de entidades nacionalizadas no vayan a aplicar –con el consentimiento del Gobierno y el Banco de España– la reforma laboral que han sufrido en sus carnes cientos de miles de parados, según avanza hoy El Mundo en su edición digital. Y es que esa legión de zombis del mercado laboral, que no ha dejado de crecer pese a la reforma de Rajoy, ha cobrado en el mejor de los casos 20 días de indemnización por año trabajado. 

Pero ahora, resulta que van a percibir una mayor compensación los empleados de aquellos bancos –Novagalicia Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia, además de Bankia– a los que hemos rescatado todos los españoles. Incluidos los despedidos a los que se ha aplicado el tijeretazo que decretó el Gobierno de Montoro y De Guindos a principios de año. ¿A eso le llaman igualdad de oportunidades?  

Para rematar la jugada, los sindicatos –incapaces y cautivos de la subvención, como la patronal y los partidos políticos– asienten o callan ante una medida que es todo un agravio comparativo hacia un ejército de desempleados que “no dejan de sufrir”, como diría Rubalcaba. Además, tiene guasa que la rama bancaria de Comisiones Obreras –que “valora positivamente que la Comisión Europea no aplique la medida– se autodenomine Comfia.  

Y es que, en este caso sí, el Gobierno parece que se ha mostrado flexible con unas entidades ruinosas como Bankia, que acabará recibiendo 18.000 millones de euros de ayudas públicas. No está nada mal para un banco que tiene previsto despedir a 6.000 empleados, el 28% de su plantilla. Aunque, claro, estos parecen contar más para el Gobierno, el Banco de España, los sindicatos y los burócratas de Bruselas que otros, no menos honestos y sufridores, empleados de pequeñas y medianas empresas a los que se ha puesto en la calle con lo justo. Y muchas veces, ni eso.  

Luego se quejarán los rancios secretarios generales de UGT y CCOO, Méndez y Toxo, que tanto monta, de que los españoles no ponen toda la carne en el asador cuando hay que ir a la huelga general. Visto el privilegio de los empleados de la banca nacionalizada, habría que crear diversos perfiles de huelguistas, en función del pedigree de su empresa.  

Los de segunda, con derecho a 20 días, si acaso, y los de primera, que reciben un mejor trato. A los de la clase business –esos que se marchan con jugosas indemnizaciones tras no haber dejado otra cosa que ruina– hay que darles de comer aparte porque, para ellos, no rige Estatuto de los Trabajadores.  

Entre ellos, Miguel Blesa, antiguo presidente de Cajamadrid matriz de Bankia que en abril de 2009 –en plena crisis– disfrutó de un BMW serie 7 blindado, que costó 510.717 euros, y cobró 2,8 millones de indemnización tras dejar la entidad. 

Con todo, y con eso, Blesa no se amilanó hoy en el Congreso y dijo que “aquí nadie se ha llevado el dinero”. Pues quién lo diría.