viernes, 1 de febrero de 2013

Rajoy, entre los 'Bin Laden' de 500 euros y Darth Vader


El dinero negro circula en España que es un primor. Ensobrado o cogido con un clip, el caso es que no dejan de manejarse los Bin Laden. Y eso que pocos dicen verlos, pero es que los billetes de 500 eurazos representaron el pasado año el 67% de todo el dinero que circuló por nuestro país. Nada menos.

Para hacernos una idea –según constatan los técnicos de Hacienda– Dieciséis de cada cien billetes de color púrpura que se movieron por la eurozona en 2012 lo hicieron en nuestro Reino de Taifas. Y como no tenemos término medio, o vamos a un comedor de Cáritas a que nos den un plato caliente o nos calzamos una mariscada con un billete Premium.

Esta inaudita cantidad de billetes de 500 euros, ahora que millones de familias se pasan medio mes cenando sopa de ajo, coincide con nuevas entradas de capital durante el último trimestre de 2012. Y es que, blanqueada o en B, la pasta acude de nuevo a España. A través de inversores decentes –que los habrá– o ensobrados por traficantes y promotores de prostíbulos que campan a sus anchas por nuestra costa mediterránea, desde el Golfo de Rosas hasta la Punta de Tarifa.

España es un miembro de la Unión Europea, cuyo ministro de Hacienda se enorgullece de haber hecho aflorar 40.000 millones de euros, y donde una mujer está a punto de entrar en prisión por comprar unos pañales con una tarjeta de crédito que no era suya.

En este sentido, el Gobierno y la Unión Europea tienen claro que uno de cada cuatro euros que genera la economía española no se declaran. En este ranking avanzamos a pasos agigantados hasta los primeros puestos que ocupan líderes de la economía mundial como Bulgaria, Rumanía, Lituania y Estonia, donde el 30% del Producto Interior Bruto se escapa de Hacienda. 

De ahí, que Montoro haya puesto a funcionar, a todo trapo, la máquina de los impuestos. Tanto es así, que se el ministro de Hacienda se jactaba hace unos días de que lo recaudado a través de impuestos aumentó el año pasado un 4,2% con respecto a 2011.

Desde luego, el nuestro es un país de contrastes. Aunque la economía sumergida nos iguala a todos. Desde los empleados del Partido Popular que cobraban un plus en sobres hasta los trabajadores de un pequeño taller que, por culpa de los impagos y los impuestos, ha visto cómo su patrón se pasaba al lado oscuro. ¿Se le acabará poniendo a Rajoy cara de Darth Vader?

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